Se trata de un procedimiento estético de exfoliación, que remueve las células muertas de los estratos superficiales de la piel, promoviendo la regeneración celular, el incremento de la producción de colágeno y con ello, la elasticidad.

A mediados de los noventas, se desarrolló en Italia la conocida técnica de la microdermoabrasión en base a cristales. Esta técnica utiliza polvo de óxido de aluminio, el cual realiza una abrasión en la piel y el vacío limpia los poros obstruidos. Aunque la técnica ha probado ser efectiva, esta tiene ciertas desventajas.

Este tratamiento está indicado especialmente para fotoenvejecimiento (prevención y tratamiento), manchas actínicas, melasma, líneas de expresión, arrugas finas y medianas, quistes de milium, comedones, reducción de poros abiertos, pieles seborreicas, ciertas cicatrices de acné, cicatrices superficiales y pre-tratamiento de láser y peelings.